La minería colombiana vivió en las últimas semanas dos hitos que confirman su papel estratégico en el desarrollo nacional. Por un lado, el Congreso Nacional de Minería 2025 en Cartagena reunió a empresarios, autoridades, comunidades y expertos para debatir sobre sostenibilidad, innovación, transición energética y estabilidad institucional. Por otro, Fenalcarbón presentó el Informe TEC sobre la transición de los carbones colombianos, elaborado con el CREE, que advierte los riesgos fiscales, sociales y económicos de avanzar sin una estrategia ordenada.
Ambos escenarios coinciden en un mensaje común: el futuro de la minería no se trata solo de cifras económicas, sino de cómo esta actividad se convierte en motor de transformación, desarrollo territorial y sostenibilidad para el país. En Cartagena quedó demostrado que la minería avanza hacia prácticas más responsables y transparentes, con hitos como la compensación total de la huella de carbono del evento y la puesta en marcha del primer protocolo contra las violencias de género en el sector. En Bogotá, Fenalcarbón recordó que los recursos que genera el carbón son la base de la inversión social en regiones como Cesar y La Guajira, y que una transición apresurada podría implicar pérdidas de hasta 38 billones de pesos para la economía nacional.
Las cifras presentadas en ambos espacios son contundentes: la minería aporta más del 2,5 % del PIB, cerca de 900.000 empleos y el 30 % de las exportaciones del país, mientras que el carbón por sí solo representa regalías e impuestos que financian salud, educación e infraestructura en más de 130 municipios. Con apenas el 2,5 % del territorio titulado, el potencial de crecimiento responsable es enorme, pero solo podrá materializarse si se acompaña de una política pública clara y de largo plazo.
Las conclusiones también se alinean: el Congreso dejó claro que la minería debe ser cada vez más incluyente, innovadora y ambientalmente sostenible; Fenalcarbón, por su parte, advirtió que el carbón no es un obstáculo, sino un sostén financiero para financiar la transición, siempre y cuando esta se realice con gradualidad y planificación. Ambos mensajes se encuentran en una misma ruta: el país necesita una transición energética justa, que proteja el empleo, garantice los recursos fiscales y al mismo tiempo avance hacia una matriz más limpia.
La minería colombiana ha demostrado que está dispuesta a abrirse al diálogo, asumir compromisos sociales y ambientales, y proyectarse como actor central del desarrollo. Hoy más que nunca, queda claro que el futuro del país pasa por un sector minero fuerte, innovador y consciente de su responsabilidad con las comunidades y con el medio ambiente. El reto no es elegir entre minería y sostenibilidad, sino construir una transición que los integre, bajo el principio de que el futuro debe construirse en equipo y con visión de largo plazo.
FUENTES:
Asociación Colombiana de Minería (ACM) – página oficial del congreso y comunicados:
- Agenda oficial Congreso Nacional de Minería 2025
- Comunicado oficial Congreso ACM 2025
- Evento Congreso Nacional de Minería 2025
El Colombiano – cobertura periodística y análisis:
- ¿Qué se acordó en el Congreso Nacional de Minería en Cartagena?
- Informe comercial: Congreso Nacional de Minería 2025
KPI Soft – resumen del evento y cifras:
Instagram oficial de la ACM – anuncio sobre el evento carbono compensado:


