El maquillaje: del subsuelo a tu estante
Desde el subsuelo a tu bolso – A veces, los objetos más básicos, los utensilios que usamos todos los días pueden llegar a sorprendernos. ¿Acaso saben cuál es el origen de todo lo que usamos?
Por ejemplo, ¿saben de dónde viene el maquillaje que usan para salir al trabajo, a un evento especial o a una fiesta el fin de semana?
Cuando se aplican polvos, labial, pestañina, o bloqueador solar ¿conocen cómo ese maquillaje llegó hasta su estante o su bolso?
Es fácil olvidar que la gran mayoría de productos de belleza que usamos, tanto hombres como mujeres, provienen del subsuelo de la tierra; llegan a nuestras manos gracias a la minería.
El maquillaje, sobre todo el maquillaje mineral que está en auge gracias a la tendencia actual de usar productos más naturales y con menos químicos, vienen directamente de la materia prima de la tierra. Desde el subsuelo a tu bolso – vienen de la minería.
Entre los minerales más comunes se encuentran:
- Carbón utilizado para hacer lápices de ojos, sombras, labiales y rubores.
- Óxido de zinc para el protector solar y polvos faciales.
- Óxido de hierro para las sombras de ojos, labiales y brillos.
- Mica necesaria para darle brillo al maquillaje.
- Perlita que también se usa para sombras de ojos, labiales y rubores.
- Otros minerales como el talco o el dióxido de titanio se utilizan para crear una variedad de tonos necesarios para diferentes tonalidades de piel o incluso para diferentes ocasiones, fiestas e incluso disfraces.

Sin la minería la industria del maquillaje no tendría la materia prima para sus productos. Y este es uno de incontables industrias que no existirían sin la minería.
Las comodidades de la vida contemporánea, el maquillaje, la vivienda, los computadores, celulares inteligentes, hasta el mismo ocio, dependen en gran medida de la minería.
Es sorprendente ver cómo no caemos en cuenta de esta dependencia y al mismo tiempo reproducimos una narrativa contra la minería como si pudiésemos prescindir de ella.
La solución no es parar, no es acabar con un sector primordial para el desarrollo y crecimiento de las sociedades. La solución debe enfocarse en realizar un proceso de extracción más sostenible, que no contamine el agua, el aire o el suelo; que no cause deforestación o el desplazamiento de comunidades.
La minería bien hecha es posible. Es aquella que cumple con las exigencias de las licencias ambientales, que se preocupa por las comunidades, por los derechos laborales de sus trabajadores, por la recuperación de las áreas que fueron afectadas por la explotación minera y que cuida la biodiversidad y los ecosistemas de las áreas circundantes.
La solución es exigir que estas obligaciones se cumplan y combatir la minería ilegal que no cumple con ninguna de estas pautas.
Por ejemplo, volviendo con el maquillaje, algunas marcas reconocidas, como L’Oreal y Estée Lauder, han lanzado campañas para que sus productos de belleza tengan como materia prima minerales extraídos únicamente de minas legales, que protejan a las comunidades y sus derechos.
Podemos ser conscientes sobre lo que usamos y de dónde proviene y al mismo tiempo asegurarnos de no hacerle daño a la tierra, ni a las personas.
El maquillaje es un solo ejemplo de cuánto necesitamos la minería en nuestras vidas. Podemos seguir utilizando estos productos sin sentir culpa, si exigimos que se haga una minería legal y sostenible.
Artículo: Desde el subsuelo a tu bolso