La energía eléctrica es un pilar fundamental para el desarrollo y la estabilidad de un país y Colombia, con un sistema energético predominantemente hidroeléctrico, hoy enfrenta desafíos significativos cuando las condiciones climáticas adversas, como el Fenómeno de El Niño, disminuyen las reservas de agua necesarias para la generación de electricidad.
Estamos viviendo días críticos. Si no fuera por las plantas térmicas, operadas con carbón y gas, que hoy están trabajando al límite de sus capacidades, el país estaría viviendo racionamientos de electricidad y apagones. Es evidente que las térmicas están asegurando la continuidad del suministro eléctrico en el país.
Las térmicas han sido fundamentales en la historia de Colombia
Las centrales térmicas han demostrado ser vitales durante periodos de sequía extrema. Un claro ejemplo fue el Fenómeno de El Niño de 2016, cuando la generación térmica aportó el 55% del consumo eléctrico nacional en marzo de ese año. Esta situación se repitió en 2020, cuando, a pesar de no enfrentarse a un Fenómeno del Niño oficial, un verano intenso redujo los niveles de los embalses a tan solo un 28%, llevando a las plantas térmicas a generar entre el 35% y el 40% de la energía consumida durante los meses más críticos.
Este año, en el momento más crítico del Fenómeno del Niño, cuando los embalses bajaron a niveles inferiores al 30%, las térmicas han aportado un poco más de la mitad de la energía eléctrica del país.
Hoy las térmicas de carbón y gas operan a su máxima potencia.
El mercado de la electricidad en Colombia
La generación de energía en Colombia se basa en una dinámica de complementariedad entre las tecnologías hidráulica y térmica. Mientras que en condiciones normales las hidroeléctricas satisfacen entre el 75 y el 80% de la demanda nacional (e incluso Colombia se da el lujo de vender a países vecinos como Ecuador), en tiempos de escasez hídrica las térmicas asumen un rol crucial, garantizando que no se produzcan apagones que podrían afectar gravemente la vida diaria y la economía.
El cambio climático puede ir de la mano con la minería
El gobierno tiene la meta de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, incluso cuando estas representan solo el 0,25% de las emisiones de CO2 mundiales. Para lograrlo, no es necesario acabar con el sector minero, particularmente con el sector carbonífero
