Todo lo que tienes que saber del carbón en Colombia

Colombia es uno de los principales productores de carbón a nivel mundial y gran parte de su economía proviene de los combustibles fósiles: entre el 40% y el 50% de sus exportaciones son carbón y petróleo.

Los cambios en el panorama internacional, como la crisis económica provocada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, han abierto la puerta a nuevas oportunidades para que Colombia establezca relaciones comerciales con su carbón.

En la misma línea, Estados Unidos y China han aumentado el uso de carbón a corto plazo, lo que representa oportunidades para nuestro país, que es una importante fuente de este combustible fósil.

Punto a favor para el carbón

Colombia vive un momento de repunte, pues las cifras han sido positivas para nuestra economía luego de la reactivación económica a causa de la pandemia por el COVID19.


Desde 2021 el país registró exportaciones de carbón térmico por 55 millones de toneladas, incluso a países europeos como Países Bajos, España, Francia, entre otros.


Al abrir las puertas con estos mercados europeos, se espera establecer relaciones comerciales de mediano y largo plazo, para garantizar las nuevas inversiones en los frentes de explotación de carbón que permitan responder a la demanda.

Carbón y su aporte al crecimiento del país

Colombia está en capacidad de ofrecer un carbón de alta calidad al mundo entero, pues cuenta con una de las mayores reservas probadas de carbón antracita y carbón bituminoso de América Latina.

Otra de sus bondades es haber creado un excelente programa de sostenibilidad que le permite producir el mineral con altos estándares medioambientales.
En 2021, esta industria colombiana produjo cerca de 55 millones de toneladas de carbón térmico, de los cuales, entre el 5% y el 10% se utiliza para consumo local.

Por otro lado, el carbón sigue siendo una fuente importante de abastecimiento de la demanda del sector industrial.

Las regalías del carbón

Por décadas, la minería legal le ha entregado a Colombia múltiples beneficios sociales, ambientales, científicos y económicos.


La minería del carbón ha permitido que las necesidades básicas insatisfechas (NBI) de los municipios con influencia minera hayan disminuido casi a la mitad, gracias a las inversiones directas e indirectas que hace el sector para el desarrollo de estas regiones.


Incluso, en el primer semestre de 2022, la industria tuvo un excelente crecimiento en las exportaciones y las condiciones internacionales de los mercados permitieron alcanzar una cifra récord en aportes fiscales y regalías cercana a los $9 billones de pesos.
Para 2023, se espera que el consumo de carbón térmico se mantenga en el promedio de demanda cercano a los 7.000 millones de toneladas y que la producción mundial de acero incremente la demanda de carbones metalúrgicos y coques colombianos.

El papel del carbón en la transición energética

Para empezar, la transición energética es un proceso de cambio de una forma de producción de energía a otra, se buscan reemplazar los combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, por fuentes renovables como la energía solar y la eólica.


Colombia está en proceso de transición, aunque la mayor parte de la energía que consumimos actualmente procede del petróleo, el carbón y el gas natural.


Estos hidrocarburos suministran electricidad en el hogar, oficinas, tecnología en general, calefacción, abastecen los sistemas de transporte, entre otros. Sin embargo, reemplazar el uso del carbón es un reto enorme.
Los sustitutos de este mineral aún no aparecen con claridad en el mercado, mientras que la industria metalúrgica, tan creciente como la energética, seguirá demandando grandes cantidades de coque para su desarrollo.


Según la Agencia Internacional de Energía, la demanda de carbón será mundial por cuenta del desarrollo de energía eólica que requerirá grandes cantidades de acero.


No podemos desconocer que, para el país, esto se traduce en oportunidades al contar con las mayores reservas de carbón de America Latina.

Otros minerales para lograr la transición energética

Para conseguir el objetivo de detener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C, el Banco Mundial predice que será necesario extraer más de 3.000 millones de toneladas de minerales y metales para implementar energías renovables como la eólica, solar y geotérmica.


America Latina es una región crucial para satisfacer la demanda de estos minerales y metales necesarios para la transición energética.


De acuerdo con datos aportados por la Cepal, en conjunto con la Cooperación Alemana, estos son los minerales más importantes para alcanzar y superar la transición energética:

  • Cobre
  • Níquel
  • Litio
  • Cobalto
  • Molibdeno
  • Aluminio
  • Metales y óxidos denominados Tierras Raras


Estos elementos se han convertido en materiales indispensables para la construcción de plantas de energía solar, eólica, termoeléctrica a gas, hidroeléctrica, geotérmica y biomasa en todo el mundo.


La discusión, entonces, no se debe centrar en el uso de combustibles fósiles sino en las emisiones que emiten los procesos productivos, ya que el mundo verde que todos queremos requiere de más minerales, incluido el carbón.

Estos elementos se han convertido en materiales indispensables para la construcción de plantas de energía solar, eólica, termoeléctrica a gas, hidroeléctrica, geotérmica y biomasa en todo el mundo.

 

La discusión, entonces, no se debe centrar en el uso de combustibles fósiles sino en las emisiones que emiten los procesos productivos, ya que el mundo verde que todos queremos requiere de más minerales, incluido el carbón.

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